Descripción: Árbol de cuyo fruto se obtienen los granos que producen el chocolate. El fruto se denomina mazorca de cacao, puede medir hasta 30 cms. de largo unos 10 cms. de grueso; tiene forma ovoide y su cáscara posee surcos y costillas longitudinales y rugosas color verde claro, amarillo, rojo o moreno rojizo. A diferencia de otros frutos, se desarrolla en el tronco y las ramas principales del árbol.
El nombre proviene del náhuatl cacáhuatl, derivado del maya kakaw, fruto rojo y fuerte, probablemente porque una variedad de cacao es roja y porque se dice que su consumo fortalecía a los mayas. Su origen se remonta unos 4,000 años en la América tropical y subtropical. Las culturas que se establecieron en las cuencas del Amazonas y el Orinoco, en las selvas de Colombia y Panamá, ya conocían el fruto, del cual chupaban únicamente la capa blanca para luego tirar la almendra, que era devorada por aves, venados y ardillas. Los primeros registros de la domesticación y utilización de la semilla procesada para su consumo indican que los responsables, fueron los mayas quienes hace unos 2,000 años lo utilizaron como alimento y moneda, por lo que era un símbolo de poder y riqueza. Ellos fueron los primeros en tostar el grano y quienes desarrollaron la técnica para molerlo para obtener un polvo que después batían fuertemente con un molinillo. Este conocimiento lo adquirieron los aztecas, quienes también le tuvieron gran estima, al grado de exigir cacao como impuesto a los pueblos que dominaban.
Normalmente lo secaban, tostaban y molían cuatro o cinco veces, le agregaban agua y formaban una pasta que al reposar adquiría mejor sabor y consistencia; luego la guardaban por seis o más días, para después preparar el chocolate. Su consumo gastronómico y medicinal fue exclusivo de las clases privilegiadas, pues el grano tenía un valor muy elevado como moneda. El cacao fue tan importante en la época prehispánica que en diferentes culturas mesoamericanas existieron varios mitos y cultos divinos relacionados con él. Siempre fue una bebida ritual y no una golosina. Fue de los pocos frutos que, por sus virtudes y sabor fueron bien acogidos por los conquistadores y evangelizadores españoles, quienes hablaron de él con aprecio.
El cacao posee también propiedades medicinales: estimula el sistema nervioso central y tiene más efecto en el corazón que la cafeína. En comunidades rurales se utiliza como remedio para la angina de pecho, el sarampión, quemaduras, resequedad de la piel y mordeduras de víbora. En todo el país tiene un gran valor alimenticio, farmacéutico industrial y económico.
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